Constantemente veo cómo amigos, conocidos y no tan conocidos emprenden diversas aventuras y para cada una de ellas se gesta una reacción… una acción. Siempre he pensado que cada vez que se piensa en ejecutar una idea se crea “la energía del color” que va creciendo en la medida en que se consolida y va cambiando de acuerdo a la circunstancia.
¿No te ha pasado que piensas algo y terminas en un carnaval de colores para que al final tal collage mate o consolide tu pensamiento?, si lo vemos en términos un poco más asociados al alma nos enteramos que todos tenemos un aurea y que tal aurea tiene un color determinado que cambia con nuestra forma de sentir y pensar. Es más los sueños siempre son en color, no en blanco y negro.
Así es mas fácil entender que los negocios son puras relaciones personales llenas de color y energía que valdría la pena comentar un poco.